Investiga
en internet:
-¿Cuáles
son los beneficios del sueño?
El sueño infantil es un período nocturno donde los
niños descansan. Cumple una función reguladora y reparadora en el
organismo. Es esencial para el control de la energía y la temperatura
corporal. El sueño reabastece y restaura los procesos corporales,
que se han dañado en el día.
El sueño del bebé está dividido en cuatro etapas que
se van profundizando progresivamente. Es muy importante respetar esos
intervalos sin interrumpirlos para que se conviertan en una
costumbre, así será más fácil conseguir que el niño se duerma.
Durante el sueño infantil los niños asimilan y organizan
lo visto y aprendido, maduran física y psíquicamente, e inician y
ejercitan su independencia del mundo exterior y de sus padres,
por un tiempo que es variable, según su edad y conducta.
Dormir también es un alimento para el cuerpo del niño.
El niño que no duerme bien tendrá problemas en su comportamiento.
Por eso es tan importante, desde temprana edad, establecer horarios
así como, tiempo de sueño para los niños.
-La
importancia de la siesta para los bebés y niños.
El
sueño es esencial para la salud y el desarrollo del niño, promueve
el sentirse alerta, tener buena memoria y comportarse mejor. Los
niños que duermen lo suficiente funcionan mejor y tienden a tener
menos problemas de comportamiento e irritabilidad. Por eso es
importante que los padres los ayuden a desarrollar buenos hábitos de
dormir desde una edad temprana.
Cada
niño es diferente y el número de horas de sueño que necesita
varía. La gráfica muestra el recomendable número de horas de
sueño, incluyendo siestas, para niños hasta la edad de doce años.
La
siesta durante la infancia es fundamental, sobre todo en los tres
primeros años. El niño adquiere las bases necesarias para aprender
de forma adecuada nuevos conocimientos y relacionarse con el mundo
que le rodea. Esta pausa ayuda al cerebro a retener la información.
Según
los investigadores del Departamento de psicología de la Universidad
de Arizona, en EE.UU, deducen que las siestas son una parte integral
del aprendizaje de los más pequeños. Este trabajo se une a otros
que ya destacaban cómo descansar durante el día reactiva y agudiza
la mente.
El
sueño facilita el almacenamiento de la memoria a corto plazo y deja espacio para nueva
información. En los niños de uno a tres años, la siesta incrementa
las posibilidades de alcanzar un nivel avanzado para discernir lo
importante de lo irrelevante.
Ésta
es una de las conclusiones que se extraen de un trabajo
estadounidense presentado en la reunión anual de la Asociación
Americana para el Avance de la Ciencia (AAAC), celebrada en San Diego
(EE.UU.). Los investigadores analizaron las respuestas (mediante
expresiones faciales) de niños de 15 meses de ambos sexos ante
frases que habían oído con anterioridad, tras dormir o no unas
horas.
Los
niños que durmieron una siesta aprendieron una oración o las
relaciones entre diferentes frases. Por el contrario, quienes no
durmieron, no reconocieron las frases que habían escuchado antes.
Los pequeños que dormitaron fueron capaces de generalizar su
conocimiento de la estructura de la oración y predecir una nueva
frase. Esto sugiere que la siesta favorece el aprendizaje abstracto,
es decir, la capacidad de detectar el patrón general de una nueva
información (después de una frase, viene otra).
-Las
necesidades de horas de sueño en los niños de 0-6 años
justificación y representación de los resultados en una tabla.
El
horario y cantidad de horas de sueño varía según la edad de los
niños y niñas:
Durante
la primera infancia, los niños pasan mucho tiempo durmiendo. Hasta
los dos años pasan unas 9.500 horas durmiendo (13 meses) y 8.000
despiertos. Cada niño tiene su propio ritmo y sus necesidades de
sueño.
Entre
los dos y los cinco años, los niños están la mitad del tiempo despiertos y el resto durmiendo.
Durante el resto de la infancia, y hasta la adolescencia, el sueño
ocupa el 40% del día. Es esencial que los pequeños duerman al menos
10 horas cada noche en sus primeros años de vida.
-Describe
actividades para el descanso-sueño para aplicar en la escuela
infantil dependiendo de la edad del niño/a.
Para
lograr, desde la escuela, inculcar hábitos del sueño, es importante
tener en cuenta tres momentos claves:
-Antes
de dormir: realizar con los pequeños las tareas cotidianas antes
de irse a la cama, ir al baño, cepillarse, deshacer la cama,
descalzarse y dejar los zapatos en un lugar adecuado, poner música
relajante, contarles un cuento, apagar la luz, entre otras acciones.
-Durante
el descanso: vigilar a los pequeños durante el sueño ante
cualquier situación de llanto o despertar que se pueda dar.
-Después
de dormir: las tareas habituales deben realizarse a un ritmo para
no provocar miedo o estrés a los niños. Ayudarle a levantarse y a
llevar a cabo distintas acciones que se hacen al despertar.
De
0 a 12 meses.
En
el caso de los recién nacidos, debemos tener en cuenta la gran
dependencia que tienen de nosotros, los adultos. Somos los encargados
de atender a sus necesidades, ya sea hambre, sueño, cambio de pañal,
entre otras, pues su única manera de reclamar nuestra atención es a
través del llanto.
Hay
que tener en cuenta el tiempo que éstos pasan durmiendo y debemos
contribuir a ello. Quizás en ocasiones no sea tan fácil, pero
debemos cantarles, acariciarlo, tener contacto con él, quizás
necesite sentir el calor humano para tranquilizarse o calmar su frío,
abrazarlo suavemente. Así, les ayudaremos a descansar.
Para
cualquier edad se recomienda la utilización de una ropa adecuada,
que no sea muy justa, sino cómoda que permita la libertad de
movimientos. A esta edad tenemos que tenerlo más presente, pues no
pueden hablarnos pero somos conscientes de que así podrán dormir
más cómodamente.
De
12 a 24 meses.
En
esta edad, podríamos plantear juegos entre todos los compañeros,
pues prefieren jugar antes que otra cosa. Eso sí, se recomienda
juegos que los calmen y relajen, pues así se facilita la
conciliación del sueño.
De
24 meses en adelante.
Con
todos los niños hay que fomentar nuestra creatividad e imaginación
para contribuir a su buena alimentación, ejercicio físico, higiene
y como no, descanso y sueño.
Es
importante que desde pronto tengan un horario estable y muy poco
flexible, de esta manera ayudamos a que concilien el sueño.
Cantarles
canciones, darles un masaje mientras escuchan música, hacer pequeños
estiramientos con ellos, son acciones que pueden contribuir a que
duerman.
Crear
un ambiente adecuado para el descanso en el que se respire
tranquilidad ayudará a cumplir nuestro propósito.
-Describe
los trastornos del sueño más frecuentes en niños (definición,
características y actuación ante los mismos).
Es importante dejar claro desde un principio la diferencia entre problema del sueño y trastorno del sueño. Los problemas del sueño se pueden definir como patrones de sueño que son insatisfactorios para los padres, el niño o el entorno y, en cambio, el trastorno se define como una alteración real, no una variación, de una función fisiológica que controla el sueño y opera durante el mismo. Así pues, el trastorno representa una función anormal mientras que el "problema" puede representarla o no.
Los
trastornos del sueño más frecuentes en niños son los siguientes:
1. Insomnio por higiene del sueño
inadecuada e insomnio conductual.
Hacen
referencia al derivado de un mal aprendizaje del hábito de sueño
correcto o de una actitud inadecuada de los padres para establecer
una buena higiene de sueño. Las manifestaciones más características
del insomnio conductual en la infancia son la incapacidad del niño
para conciliar el sueño si está solo, con resistencia y ansiedad a
la hora de acostarse, lo que conlleva un inicio del sueño retrasado
o presencia de múltiples despertares y consecuentemente una falta de
mantenimiento del sueño una vez iniciado este. Todo ello redunda en
resultados negativos en cuanto al funcionamiento diurno tanto para el
propio niño como para su familia.
2.
Síndrome de piernas inquietas
(SPI).
El
síndrome de piernas inquietas (SPI) es un trastorno neurológico
crónico sensitivo-motor, caracterizado por la necesidad urgente de
mover las piernas en situaciones de reposo y generalmente asociada a
una sensación desagradable. Estos síntomas aparecen o empeoran al
final del dia y se alivian con el movimiento.
En
los niños los síntomas que se observan con mayor frecuencia son:
inquietud vespertina, irritabilidad, falta de energía, dificultad de
concentración y dificultad para realizar las tareas escolares.
3.
Síndrome de apnea-hipopnea
durante el sueño (SAHS).
El
síndrome de apnea-hipopnea obstructiva del sueño (SAHS) es un
trastorno respiratorio que se produce durante el sueño. Se
caracteriza por una obstrucción total o parcial de la vía aérea
superior intermitente y que altera la ventilación normal durante el
sueño y los patrones normales del mismo.
El
síntoma mas frecuentemente es el ronquido, presente en sueno
intranquilo, con frecuentes movimientos y con eventuales posturas
peculiares, como la hiperextensión cervical, que tiene la finalidad
de aumentar el calibre de la vía aérea superior.
4.
Sonambulismo.
Es
una conducta compleja que incluye generalmente caminar, que se inicia
durante el sueño lento, por lo que es más frecuente en el primer
tercio de la noche. Es más prevalente entre los 4-8 años y el curso
suele ser benigno.
5.
Terrores del sueño (terrores nocturnos).
Los
terrores del sueño se caracterizan por un despertar brusco durante
el primer tercio de la noche. El niño se muestra muy agitado,
asustado y confuso, gritando o llorando, con síntomas autonómicos y
puede existir un trastorno del comportamiento y deambulación e
incluso puede llegar a lesionarse. El episodio dura unos minutos y
termina de manera espontanea con el niño volviendo a dormir. Al
igual que en el sonambulismo, el niño no responde a estímulos
externos y no suele recordar el episodio.
6.
Pesadillas.
Las
pesadillas son ensonaciones aterradoras que ocurren durante la
segunda mitad del sueño nocturno y que generalmente provocan que el
niño se despierte. Los episodios suelen iniciarse entre los tres y
los seis años. Entre los seis y diez anos es cuando se observa la
máxima prevalencia y a partir de dicha edad la proporción de niños
que sufren pesadillas disminuye progresivamente. Algunos autores
distinguen entre pesadillas y “malos sueños” refiriéndose a
estos últimos cuando el sueno no provoca despertar. Esta distinción
es meramente arbitraria.
Normalmente
el niño se despierta muy asustado y totalmente alerta, y describe
con detalle que ha tenido una ensoñación muy angustiosa y
aterradora. Cuando no se despierta, tiene al menos un recuerdo tardío
de sufrimiento durante el sueño.
7.
Somnolencia Diurna Excesiva (SDE) o Hipersomnia.
Se
trata de un trastorno del sueño que consiste en una excesiva
cantidad de sueño con incremento de la somnolencia diurna,
disminución de la alerta y/o una duración excesiva del episodio de
sueño nocturno que interfieren con las actividades diarias. El sueño
puede prolongarse más de ocho horas llegando hasta 12 con dificultad
para levantarse. Pese a ello, puede haber necesidad de volver con
frecuencia durante el día a la cama.
Dentro
de ella podemos encontrar la Narcolepsia, un trastorno de la
regulación del sueño que se caracteriza por una somnolencia diurna
excesiva (SDE), cataplexia, alucinaciones y parálisis del sueño.
8.
Bruxismo.
Se
trata del “chirriar de dientes” que se produce por la contracción
excesiva de los maxilares produciendo un ruido característico y, a
veces, molesto aunque raramente despierta al niño. En los casos más
severos puede producir el desgaste en dientes y encías.
9.
Somniloquio.
Es
el habla o la emisión de sonidos con significado psicológico
durante el sueño, sin que exista una concepción crítica subjetiva
durante el episodio.
Estas actuaciones generales de la higiene del sueño pueden favorecer
a un adecuado proceso del sueño:
Bibliografía:
http://www.sleepforkids.org.Los niños y el sueño. Recuperado el 23 de abril de 2014 de:http://www.sleepforkids.org/html/spsheet.html
Llavina Rubio, N.(2010).Los beneficios de la siesta en la infancia. Recuperado el 23 de abril de 2014 de:http://www.consumer.es/web/es/salud/prevencion/2010/03/01/191440.php
https://www.aeped.es Recuperado el 23 de abril de 2014 de:https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/34-sueno.pdf
Banús Llort, S. (2014). Trastornos del sueño infantil. Recuperado el 23 de abril de 2014 de:http://www.psicodiagnosis.es/areaclinica/otrostrastornosclinicos/trastornosdelsueoinfantil/index.php
No hay comentarios:
Publicar un comentario